9 a Túmbate como un muerto.
b Mira sin mover una pestaña.
c Chupa algo y vuélvete la chupadura.
Novena técnica: Túmbate como un muerto. Cuando estés furioso, permanece así. O mira fijamente sin mover una pestaña. O chupa algo y conviertéte en la chupadura.
Túmbate como un muerto. Pruébalo: de pronto, te has muerto. ¡Deja el cuerpo! No lo muevas, porque estás muerto. Simplemente imagina que estás muerto. No puedes mover el cuerpo, no puedes mover los ojos, no puedes llorar, no puedes gritar, no puedes hacer nada, estás muerto. Y entonces siente qué se siente.
Túmbate como un muerto. O mira fijamente sin mover una pestaña. O chupa algo y conviértete en la chupadura.
Por supuesto, cuando te estés muriendo, no será un momento feliz. El miedo se apoderará de ti, puede que llegue la ira a tu mente, o la frustración, la tristeza, la amargura, la angustia..., cualquier cosa. Será distinto para cada individuo.
El sutra dice: Cuando estés furioso, permanece así. Si te sientes ansioso, asustado, permanece así. Estás muerto y no puedes hacer nada. Siéntete muerto y no permitas que las emociones muevan tu cuerpo. Deja que estén ahí, pero permanece así: inmóvil, muerto. Haya lo que haya..., ningún movimiento. ¡Permanece! Ningún movimiento.
O mira fijamente sin mover una pestaña. O chupa algo y conviértete en la chupadura. Éstas son pequeñas modificaciones. Cualquier cosa servirá... Estás muerto: es suficiente.
Si estás enfadado, estate enfadado, y permanece enfadado. No te muevas. Si puedes permanecer así, la ira se irá y tú saldrás de ello completamente diferente. Si estás ansioso, no hagas nada. Permanece ahí, quédate ahí. La ansiedad se irá; tú saldrás de ello completamente diferente. Y una vez que hayas mirado la ansiedad sin ser movido por ella, serás el maestro.
Chupa algo: chupa simplemente el aire, pero olvídate del aire y conviértete en la chupadura. Estás chupando algo; eres el chupador, no la chupadura. Estás detrás, chupando.
Prueba cualquier cosa que funcione. Estás corriendo: conviértete en el correr, no seas el corredor. Conviértete en el correr y olvídate del corredor. No hay ningún corredor dentro, simplemente el proceso de correr. Eres el proceso, un proceso como un río que corre. No hay nadie dentro. Todo está en silencio por dentro, y sólo hay un proceso.
Conviértete en la frescura, el tacto, la entrada, y la chupadura que hay que darle al proceso.
Y recuerda: la técnica es tan sólo un medio, no un fin en sí misma. Una vez se reconoce la esencia, el Ser que ya Eres, puedes soltar la técnica y reposar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario