14 Pon tu consciencia en tu columna vertebral


Pon toda tu atención en el nervio, delicado como el estambre del loto, del centro de tu colum­na vertebral. Así, sé transformado.

Para este sutra, uno tiene que cerrar los ojos y visualizar su columna vertebral.

Deja que la co­lumna esté recta, erguida. Visualízala. Concéntrate en la columna verte­bral, y luego en un hilo en el centro de ella.

La columna vertebral es la base de toda tu es­tructura corporal. Se llama la columna, la base. En esta co­lumna, justo en el centro, hay un cordón de plata: un nervio muy delicado. No es realmente un ner­vio en el sentido fisiológico.

En meditación profunda se ve. Está ahí; es inmaterial. Es energía, no materia. Es el puente entre lo invisible y lo visible. Hay otra manera de mirar tu pro­pio cuerpo: desde dentro. Si te puedes concentrar dentro, de pronto comienzas a ver el cuerpo, el re­vestimiento interno del cuerpo. Sigue intentando ver la calavera externa dentro, y poco a poco comienza a sentir su propia calavera. Una vez que estás enfocado dentro, puedes ir de los dedos de tus pies a tu cabeza. Te puedes mover por dentro..., y es un gran universo. Tu pequeño cuerpo es un gran universo.

Cuando la columna vertebral está absolutamente recta, esa especie de hilo de fuerza se ve fácilmente.

Este sutra será más útil para las mujeres que para los hombres. Ellas tienen más tendencia al cuerpo. Visualiza tu columna vertebral, y en el medio un cordón de plata que la recorre. En realidad, en un profundo acto sexual la columna empieza a emitir electricidad.

A veces, también en un acto profundo de sexo puede que tomes conciencia, si puedes mirar por dentro el hilo que recorre el cen­tro de la columna vertebral. Entonces el acto sexual tiene que ser totalmente diferente, entonces no es un acto corporal. Enton­ces es una profunda comunión espiritual.

Te sugeriré que pruebes esta técnica cuando estés en un profundo acto sexual. Olvídate del sexo. Cuando estés en un abra­zo profundo, permanece dentro. Olvídate también de la otra persona; simplemente entra en ti y vi­sualiza tu columna vertebral. El amor es la relajación más profunda.

Cierra los ojos y siente tu cuerpo. Relájate. Concéntrate en la columna vertebral.

Y recuerda: la técnica es tan sólo un medio, no un fin en sí misma. Una vez se reconoce la esencia, el Ser que ya Eres, puedes soltar la técnica y reposar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario